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Foto del escritorRocío Tataje Sánchez

¿HUESOS CRUDOS? ¿SI O NO?

Existe mucha controversia acerca de incluir huesos como parte de la dieta del perro o del gato, este tema ha sido objeto de mitos y mala información creadas por la industria del alimento procesado para provocar miedo, y alentadas por la poca información que se tiene al respecto.


El objetivo de este artículo es informar tanto al público (dueños de mascotas) como a colegas veterinarios sobre este tema y resolver algunas dudas.


Sabemos que tanto perros como gatos son carnívoros entonces imaginemos a un lobo, un zorro, un gato… si encontraran un pajarito, una gallina, una paloma, un conejo…, ¿se lo comerían? Por supuesto que sí. ¿Piensas que le quitarían los huesos? Claro que NO. Los huesos animales brindan minerales necesarios para la dieta saludable y equilibrada de perros y gatos.


Los principales nutrientes de los huesos son: calcio y fósforo. Estos minerales son importantes a la hora de alimentar a tu mascota. La médula ósea que contiene el hueso es una fuente rica en ácidos grasos y vitaminas que ayudan a muchas funciones del organismo. La grasa que se encuentra alrededor del hueso es de muy buena calidad y magnífica para la piel y el pelo de los animales.


Entonces ¿los huesos no son peligrosos? ¡Si, LOS COCIDOS! ¡Nunca le des a tu mascota huesos COCIDOS! ¿Por qué? Porque al cocerlos el calor los deshidrata, les quita la humedad natural y por lo tanto su elasticidad, que es necesaria para pasar por el tracto digestivo sin problemas. El proceso de cocción hace que los huesos sean más frágiles, lo que aumenta la probabilidad de astillar y causar daños internos a tu mascota La cocción también puede eliminar los nutrientes presentes en los huesos.


Hay 2 formas de brindarles huesos a tu mascota, de manera comestible o netamente recreativa.


  • Huesos Comestibles: Son los huesos de las aves (principalmente alas y cuellos de pollo y pavo). Son suaves, flexibles, no contienen médula, y pueden ser triturados fácilmente en una moledora de carne. Estos huesos proporcionan calcio, fósforo y elementos esenciales a una dieta de alimentos crudos.

  • Huesos Recreativos: Son el hueso grande de res, el fémur o huesos de cadera rellenos de médula ósea. La finalidad de estos huesos es ser roídos y así proporcionar gran estimulación mental bajando los niveles de ansiedad e hiperactividad de tu mascota y brindando beneficios para la salud bucal. Cuando un perro mastica un hueso recreativo crudo, especialmente uno carnoso aún con cartílago y tejido suave, sus dientes consiguen lo que se conseguiría con un buen cepillado e hilo dental. Esto ayuda a descomponer el sarro y a reducir el riesgo de enfermedad de las encías. La mayoría de los perros y gatos, mayores de 5 años, presentan problemas dentales: sarro, pérdida de dientes, gingivitis etc., más del 95% de estos animales son alimentados con croquetas (bolitas). Los carnívoros en la naturaleza tienen unos dientes bonitos y encías saludables. Esto se debe a que la presa que comen requiere mucha masticación, y la composición fibrosa ayuda a limpiar cada diente.

Va a depender mucho de aspectos específicos de tu mascota, raza, peso, tamaño, edad, si presenta o no enfermedades, y el tipo de dieta que lleva para decidir en cual de las formas mencionadas puedes incluirlo en su alimentación. Los huesos crudos pueden ser muy seguros y saludables SIEMPRE QUE sigas las indicaciones de tu veterinario al pie de la letra, al tomar la decisión de mejorar la alimentación de tu mascota con ellos SIEMPRE debes hablar con tu veterinario primero. Algunos consejos:


Es MUY IMPORTANTE que tu mascota sea SUPERVISADA de cerca mientras está mordisqueando un hueso. No permitas que se lo lleve lejos de ti.

Si en casa se tienen más de una mascota se deben separar en un lugar amplio antes de darles huesos. Los perros pueden ser muy territoriales sobre los huesos y algunos se pelean por ellos.


Siempre se deben usar huesos crudos frescos en un lugar como patio o jardín, los huesos crudos frescos son pegajosos y muy grasosos al principio.

No le darle huesos a un perro que le hayan reemplazado las coronas dentales.

Si tu mascota tiene alguna enfermedad siempre consulte a su veterinario si puede o no darle huesos.


Que el tamaño del hueso sea del mismo tamaño que la cabeza de tu perro. Cuando el hueso ha sido mordisqueado tanto que redujo el tamaño, hay que tirarlo. No permitas que tu perro lo siga mordiendo hasta tener un pedazo pequeño, ya que se lo puede tragar (huesos netamente recreativos).


Ya lo mencionamos, pero siempre sigue las indicaciones de tu veterinario sobre qué tipo y tamaño de hueso debes usar de acuerdo con el tamaño de tu mascota. Como también la cantidad de veces a la semana que puedes ofrecérselo. Los huesos NO SE BRINDAN TODOS LOS DIAS.


Nuestra intención es mejorar la calidad de vida y el estado nutricional de nuestras mascotas siempre buscaremos beneficiarlos, recuerda que a tu mascota les encanta masticar los huesos crudos por el sabor delicioso, la estimulación mental, y también porque el mordisqueo es un gran ejercicio para los músculos de la mandíbula.


Información obtenida:

  • Dra. Karen Becker

  • Dr.Carlos Alberto Gutiérrez Vázquez

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